Por: Marta Ortega
Es una condición necesaria para la construcción del Socialismo fortalecer una verdadera organización popular, no a una estructura del Estado, sino a las que son del pueblo para el pueblo, que estén conformadas por los trabajadores.
La tesis de Lenin, de construir un partido de “vanguardia” que guíe al pueblo por el camino correcto, nos está llevando a levantar una masa que sigue a un puñado de “pumalacas” que se autodenominan como líderes y que conspiran, con sus actuaciones que favorecen al capital, desconectadas del pueblo, concentrados en sus intereses individuales y grupales, buscando la permanencia y dominación de su agrupación en la dirección del partido, cuando, de lo que se trata para lograr el Socialismo, es ir eliminando toda forma de dominación de los hombres sobre los hombres.
El pueblo organizándose a sí mismo, no se da, de la noche a la mañana, es un aprendizaje, deja de ser revolucionario, si se da de ayer para hoy, la dirección socialista debe ser de Trabajadores sobre los Trabajadores, entre iguales y de forma democrática, fortaleciendo las organizaciones populares, sólo de esa manera se puede construir el socialismo; ya que tiene que por ser el interés de la clase trabajadora, por su voluntad, y no por la voluntad de una minoría, que no es trabajadora.
La imposición del socialismo por acatamiento, es una contradicción al espíritu del socialismo, este se debe construir, en la lucha cotidiana de los trabajadores. Los pumalacas en las direcciones regionales del PSUV solo demuestran un pueblo apático ante su propia liberación.
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