lunes, 29 de abril de 2013

Han pasado 203 años del 19 de Abril de 1810, y la participación de los venezolanos de piel negra en tal gesta libertaria no se ha hecho transparente en la Historia Venezolanas


Por Antonio José Guevara Y Brunilde I. Palacios Rivas

PRENSA ALTERNATIVA, COMUNITARIA Y PEDAGOGICA EL NEGRERO 
de San Agustín del Sur.

“Llegábamos a la costa de Angola; allí había agentes de todas las nacionalidades, sobre todo americanos y portugueses. Éstos se metían entre los reyezuelos y jefes de tribu y hacían negocio. A cambio de los negros daban fusiles, pólvora, instrumentos de hierro y brazaletes de latón y de cristal”
      (EL NEGRERO: PEDRO BLANCO FERNANDEZ DE TRAVA)

¡Qué imbéciles! ¿Cómo quiere compararse un marinero con un negro? Un marinero no vale nada; lo reemplazo con otro en cualquier parte. Un negro puede valerme mil duros.
                                                                     (Pío Baroja, Las inquietudes de Shanti Andía, Cap.IV)

“Platón no hubiera podido alzarse a los pensamientos más elevados y más bellos si los esclavos no hubiesen sudado antes para proveer de pan de trigo y de vino de uva su convite”
          (G.Papini)


Se sigue sosteniendo que solamente los mantuanos los pardos y los criollos fueron los que liberaron esta patria bolivariana a partir del 19 de Abril de 1.810 (Lo cual representó la primera forma de gobierno autónomo en Venezuela, a través de la restitución de Vicente Emparan, Capitán General de Venezuela; paso que se dio al parecer por miedo a la revolución popular que se venía fraguando y que tuvo como expresión a Boves  conocido como el León de los Llanos, el Urogallo, la Bestia a caballo o simplemente taita a partir de 1.814, el cual llamaba Bolívar el azote de Dios, el cual se  transformó en un auténtico caudillo popular, valiéndose de los resentimientos sociales de las clases más bajas contra los abusos y explotación de que eran objeto por la aristocracia criolla,   logró aglutinar a las múltiples razas y los miserables habitantes de la Venezuela colonial en un mismo ejército que más que luchar en contra de la independencia de Venezuela, lucha más bien en contra del mantuaje caraqueño y sobre todo del carácter clasista y racista de la formación de la república independentista.).


 En el que no se quiere aceptar (…) que la presencia de los negros y negras e indígenas jugaron un papel decisivo, por ello creemos que ya no se puede seguir fortaleciendo tal mentira porque el temor, por parte de los mantuanos, se debió al ver el acercamiento de España a la Francia revolucionaria, y mucho más cuando Napoleón invade la península en 1808 y por la sucesión de una serie de movimientos con proclamas igualitarias y liberales, como lo fueron los que empiezan a partir de 1795 con José Leonardo Chirinos, Picornell, Gual y España, Miranda. Todos ellos protagonizados por personas pertenecientes a los sectores de las llamadas “castas”, al agravarse la situación con la crisis de la Corona desde 1810, lo cual llevó a que  los mantuanos pudieron temer que el vacío de poder pudiera ser llenado por estos movimientos. Si no hacían la “revolución” los criollos, la harían las castas, lo que quiere decir, al parecer, los mantuanos y criollos en Venezuela estaban en  desacuerdo para que no se diera tal proceso independista y en el que estaba en juega la perdida de sus interese, como por ejemplo la propiedad que tenían sobre los negros negras  y en el que era relevante, que sin su participación, jamás Venezuela se hubiese liberado e independizado.  Por ello no podemos aceptar que se siga  alimentando el odio de clase en un país donde la presencia de los negros y negras fue decisiva, y menos, que se intente crear ese tipo de matriz que solamente lo que hace, es crear fricciones entre los diferentes estratos que integran la venezolanidad, en el que no se quiere entender que a partir de ese proceso independentista de 1810, la presencia de los negros y negras se hizo transparente, fue importante y decisiva en lo que represento el proceso independentista,  el cual no se ha querido reconocer en la historia en nuestro país, en vista que fue redactada  por los mismos grupos poderosos que eran dueños de los sistema de producción que se caracterizaba por el predominio de la hacienda, el conuco y por la posesión de negros y negras considerados como una propiedad, los cuales se convirtieron en los  principales gestores que se oponían a que se eliminara a partir de 1856 tal negocio, en el que el único producto que se vendía o intercambiaba eran vidas humanas que se caracterizaban por tener un estereotipo negro, en el que para  eliminarlo,  el Congreso venezolano sancionó una ley que le puso fin a la esclavitud, una deuda pendiente desde tiempos de nuestra primera Carta Magna promulgada en 1811 (un anhelo del Libertador Simón Bolívar desde aquel encuentro con Petión en Haití, durante su exilio en tierras antillanas entre 1815 y 1816).


No obstante, podemos decir que lo que comenzó en 1810, fue un acto de independencia económica, puesto que el sistema  esclavista quedo intacto, siendo a partir de 1856 que se logra la tal ambicionada eliminación y en el que pudiéramos decir que  los elementos que influyeron en su decisión de abolir la esclavitud  obedecen a distintos intereses y son de diversa naturaleza. No sólo fue la libertad lo que se aprobó en este escenario, donde el aspecto económico pareció privar en las mentes de los dirigentes, mientras que el juego político hizo su movida estratégica, mostrando nuevamente su mentalidad esclavista y racista que lucha por mantener su sitial, en una sociedad que exigía y que vivía del aporte foráneo donde se hacía imprescindible que se comprendiera que la libertad no podía depender sólo de un decreto, sino que había que cultivarla y practicarla para poder sentirla, mediante la igualdad social y el derecho a una vida digna.

            Por ello, cuando se dio la eliminación de la esclavitud, las calles se llenaron con los beneficiarios de esta ley que celebraban la decisión, sin embargo…, algunos continuarán prestando servicios a sus señores en calidad de servidumbre por voluntad propia (Se desconoce el destino de los liberados ya que la ley no contempló medidas para garantizarles un empleo bajo condiciones más honrosas) y su situación fue cambiando en la medida que se fueron adaptando y haciendo aportes muy importantes en los nuevos estados que se estaban formando, donde existió grandes avances en función de los derechos de los ciudadanos y en el que no podemos olvidar que hubieron muchos intelectuales que se caracterizaban por poseer una piel negra, principalmente, mujeres que exigieron en la época las mismas reivindicaciones que tenían las mantuana, criollas y las pardas, que jugaron un papel decisivo y que los historiadores venezolanos no han querido reivindicarlas haciéndolas transparentes en la historia venezolana .

Inmediatamente que se acabó la esclavitud y la Revolución Francesa había logrados hacer grandes avances en la Europa de la época, los reyezuelos africanos salieron a reunirse con los países que estaban en el negocio para pedirle que no lo eliminaran, puesto que ellos eran los que controlaban ese negocio impío de vidas, el cual les había traídos grandes dividendos financieros y una holgada vida que les permitía seguirlos cambiando por productos europeos, en general de calidad mediocre y de escaso valor, como tejidos, bebidas alcohólicas, espejos, armas, collares, etc., donde una vez llegados a América también continuaba el trueque, en general eran cambiados por tabaco, algodón, madera, café, oro, plata, y otros minerales preciosos, los cuales eran intercambiados o vendidos sin importarles que eran vidas humanas, porque ya había vivido el proceso de ser desarraigados y diferenciados de los africanos, estigmatizándolos como negros. Esto quiere decir, que de África salieron quienes ellos consideraban que no eran africanos, porque controlaban los asientos o factorías, los cuales servían para depositar las piezas cazadas para después venderlos a los barcos negreros europeos, donde después de encadenados, eran trasladados a pie hasta las factorías, los cuales  eran espacios sucios, donde el agua escaseaba, y el calor ahogaba, donde predominaba diferentes enfermedades, el maltrato, la sed, el hambre y la aglomeración (Dentro de esa dinámica se llevaba a cabo una de las actividades repugnantes de la trata: la separación de padres de hijos, de hermanos, esposos, amigos, parientes o vecinos, de acuerdo con la elección que llevara a cabo el comerciante y donde la resistencia constituyó la contrapartida de la esclavitud,  uno de sus punto neurálgico)

Nosotros, los intelectuales, diferentes  imaginarios y colectivos que nos caracterizamos por poseer una piel negra y nos encontramos dentro de los predios de la Parroquia San Agustín (Caracas, Venezuela), les  pedimos a las instancias públicas que se encuentran insertada dentro del gobierno bolivariano que se aclare y se haga transparente  con objetividad y de forma expedita,  nuestra actuación como sujetos activo dentro del proceso que implico el 19 de Abril. Pedimos que se revise nuestra historia y dentro de ello sus diferentes implicaciones, con objetividad, honestidad y transparencia, porque no puede ser que se  siga imponiendo esa postura etnos racista que no  hace transparentes a nuestro epónimos y epónimas venezolanos que se caracterizan por poseer una piel  negra y se siga imponiendo una matriz que en época de revolución,  no convence y que solamente ha servido para hacer relevante, la participación solamente de los blancos criollos, mantuano y pardos. Por ello, el 10 de Abril de 1810, se dieron los primeros pasos para que los criollos y mantuanos, consolidaran la libertad económica y no la independencia como se ha venido vendiendo en diferentes textos (la cual se declara en 5 de Julio de 1811 por el Congreso Nacional y la independencia definitiva el 24 de junio de 1821, con la Batalla de Carabobo, la cual concluyó con la retirada del ejército realista y fue de trascendental importancia para liberar el territorio venezolano de la ocupación española. Luego   el 24 de julio de 1823 se libra la Batalla naval del Lago de Maracaibo, con la cual queda sellada la Independencia de Venezuela.), siendo falsa tal apreciación,  puesto que los blancos criollos, mantuanos y pardos siguieron manteniendo la esclavitud (los únicos dueños de los Esclavos), en el que el poder cambio de amo, en el que se fortaleció que el derecho a la propiedad, se siguiera manteniendo hasta 1956,  los amos de los esclavizados y esclavizadas le exigieron al gobierno que tenían que indemnizarles, es decir pagarles por cada persona que ellos liberaran (El Estado procedió a indemnizar a los amos, en vez de indemnizar a las personas que durante años fueron humilladas y maltratadas), en el que pudiéramos decir que la actuación del presidente José Gregorio Monagas fue guabinosa,  puesto que siempre apoyó la medida siempre que se respetase el derecho de los propietarios sesión parlamentaria del día 23 de marzo, a pesar que desde 1852, la Diputación Provincial de Caracas venía insistiendo en la necesidad de aprobar una ley que diera la libertad definitiva a los esclavizados, pues que los defensores de esta iniciativa,  consideraban que era es inaceptable que una República se continúe ejerciendo una práctica que mantiene a hombres y mujeres bajo condiciones de vida tan oprobiosas, lo cual llevó a que el Congreso Nacional se avocara a atender el asunto y finalmente declaró la prohibición absoluta de la esclavitud, considerado uno de los puntos álgidos de la discusión, en el que estaba inmerso  el derecho a la propiedad que defendían los dueños de esclavizados, quienes, desde el mismo momento en que comenzaron a correr los comentarios sobre la posibilidad de la abolición, manifestaron su desacuerdo debido a que afectaría sus intereses.

Esto represento que el 24 de marzo se decidió dar curso a la ley aprobada y su aplicación efectiva comenzó el día siguiente de su promulgación, contando con 16 artículos y una sentencia que resume su objetivo: “Queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela” en el que según fuentes oficiales, la cifra de lo liberados corresponde a 2% de los habitantes de la Provincia y en el que el presidente José Gregorio Monagas apoyó la medida siempre que se respete el derecho de los propietarios. Sobre este aspecto lo escuchamos decir durante la sesión: “…Yo os esfuerzo, pues, a que no abandonéis el tratamiento de esta importante materia. Buscad el modo de abolir la esclavitud sin vulnerar los derechos de los poseedores de esclavos; y acabad de sancionar una ley justa, santa, digna de una política ilustrada y consecuente con los principios liberales que nos han guiado hasta aquí”.

Por ello no podemos seguir  incentivando la división de clases, el odio de entre los diferentes imaginarios que integran la venezolanidad, lo cual ha hecho muchos daño y creemos que hoy le corresponde al gobierno bolivariano reivindicar a quienes siempre se nos negó nuestra participación, a través de hacer transparente la participación de nuestro epónimos negros y negras en las  implicaciones  históricas que produjeron y conllevaron a la independencia de Venezuela, en el que no se puede asimilar que en ella participaron nada más los blancos criollos, mantuanos y pardos.

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