miércoles, 14 de diciembre de 2011

La CELAC y el GPP

Por: Oswaldo J. Flores C.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, palabras menos palabras más, declaró: que no habría integración verdadera sin inclusión social. Además agregó que sin inclusión social no es posible alcanzar el desarrollo. Sin unidad basada -en el reconocimiento de la diversidad en términos de iguales- será imposible contener las tensiones sociales que derivan de las desigualdades y lograr mejores oportunidades para la región.

Estas afirmaciones deberían ser asimiladas por el Gran Polo Patriótico para la dirección acertada del conjunto de fuerzas que lo conforman. Es un asunto práctico que se plantea hacernos encontrar de nuevo como revolucionarios, como pueblo, que clama una política soberana, deslastrada de todo vestigio de secuestro burocrático o tutelaje institucional. Sin el pueblo organizado como poder constituyente no se podrá alcanzar la  independencia definitiva, ni la construcción del socialismo bolivariano del siglo XXI como objetivos estratégicos, y en lo táctico, la Misión 7 de Octubre 2012, para la reelección del presidente Chávez.


El GPP está llamado a constituirse en la voz de los distintos movimientos sociales reales y agrupaciones políticas que, por años, han acompañado este proceso revolucionario; trascendiendo incluso procesos electorales. Debe servir de escenario para el debate democrático y los acuerdos consensuales, aterrizando la democracia participativa y protagónica. Concepto básico de la revolución bolivariana y su socialismo del siglo XXI.  Debería encarnar la voluntad popular ("Poder Obedencial") y velar  por la consolidación de la unidad, en condiciones de igualdad, armonía y respeto mutuo con la firme decisión de producir una nueva hegemonía, una nueva república y un nuevo mundo mejor. El GPP debe convertirse, en un reflejo práctico de los cambios que propone. Y no lo hace.
Es necesario oponerse, a construir una organización que viva hacia adentro y que se asuma como el centro de la práctica política. Necesario es reafirmar, el principio de que es la propia gente la que debe ir resolviendo por sí misma, el asunto de la organización política y la construcción de sus vanguardias. Deben ser las bases sociales organizadas las que deben crear su propia fuerza política. Construcción “desde abajo”. Propia de los procesos revolucionarios.
Un GPP fracturado en toletes y reclutando organizaciones fantasmas (mamparas de la misma burocracia) como se ha detectado o utilizado como instrumento organizativo para que la burocracia del PSUV, bajo una concepción puramente utilitarista, recupere sus vínculos perdidos con el pueblo chavista, sería muy poco efectivo, incluso para los fines electorales del 2012. Así debe entenderlo Chávez.

Lo que está en juego es la Revolución Bolivariana y tenemos una responsabilidad histórica muy grande e ineludible. El enemigo es el imperialismo. Otro obstáculo peligroso es la cultura capitalista que debemos transcender (1ra. Línea Estratégica de Acción Política) si es que aún somos capaces de ello...  


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