Libia y el falso dilema

HE AQUÍ LAS PRUEBAS DE COMO TRATABAN LOS FARISEOS EUROPEOS, AL AHORA LEPROSO DE  GADDAFI...MUCHOS ABRAZOS Y BESOS Y MUCHOS ACUERDOS Y BILLETES VERDECITOS BAJO E` CUERDA, PARA AHORA VENIR CON ESOS ARRESTOS DE DEMOCRACIA CÍNICA Y PERVERTIDA....MUERAN LOS  BANDIDOS IMPERIALISTAS...SIEMPRE HAN SIDO LO MISMO...

Visita de Gaddafis al Estado francés, durante el cual se firmaron mas de 10 millardos de euros, además de la compra y envio de un reactor nuclear a Libia y de la compra de 21 aviones Airbus. Fuente:  Berliner Zeitung

Gaddafi y Tony Blayr en el 2007 cuando se sentia muy feliz por el nivel de confianza de las relaciones y por la firma de acuerdos de  más de 600 Millones de euros con la empresa BP.  Fuente:  Berliner Zeitung

En Noviembre del 2010, se encontraron el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania Gudio Westerwelle (FDP Partido Liberal) y  Gaddafi en la Cumbre UE-Africa en Tripolis la capital de Libia.  Fuente  Berliner Zeitung (Copyright: dpa)

Muammar al-Gadaffi y su amigo Silvio Berlusconi quien ahora se desentiende

¿A qué se debe esta situación? Sin lugar a dudas se trata de las voluminosas reservas petroleras que yacen en el subsuelo de Libia y que están siendo explotadas por una combinación de Estado y empresas transnacionales en una proporción dudosa, pero que al parecer ha redundado en los elevados niveles de vida de los libios. Son diversas las posturas frente al conflicto, sobre todo si tomamos en cuenta la enorme manipulación mediática que se hace desde los grandes medios de comunicación transnacionales, debido a que son  acontecimientos que afectan los intereses estratégicos de las potencias occidentales. Para muestra un botón: el mas de un millón de muertos en Iraq como consecuencia de una invasión justificada con unas “armas de destrucción masiva” que nunca existieron.

Berlusconi y Gadafi en la reunión en la cual paises europeos exigieron la apertura plena de los mercados africanos a las exportaciones europeas. Fuente  Berliner Zeitung (Copyright: dpa)

 Se ha asegurado que en Libia se está masacrando al pueblo, pero habría que colocarle "supuesta masacre"  porque el cerco mediático sobre Libia es tan grande que a estas alturas no hay certeza de lo acontecido; ningún medo internacional conocido ha transmitido los presuntos bombardeos contra gente indefensa o desarmada, tampoco medios independientes o individualidades con cámaras, han reportado imágenes al respecto, algo inaudito en un mundo globalizado. Y no se trata de apoyar a Muammar al-Gaddafi, pues este líder árabe ha perdido la capacidad para seguir conduciendo los destinos de su patria después de cuarenta años de dictadura; de cualquier manera le corresponde al pueblo libio determinar quién o quiénes  y cómo, dirigirán el proceso de transformación de su país.

Encuentro Muammar al-Gadaffi con el Presidente de USA Barack Obama  durante la cumbre del G-8 en el 2009.  Primera vez que un Presidente de los Estados unidos estrechaba la mano del lider de la Revolución Verde.  Fuente  Berliner Zeitung (Copyright: dpa)

Hoy Libia está bajo un falso dilema, Muammar al-Gaddafi o intervención militar; en ese sentido, se hace necesario repensar las posturas sin adelantarnos a los acontecimientos, y revisar las fuentes que tenemos acerca de los hechos que hoy se producen en Libia, no vaya a suceder como lo acontecido en Iraq, donde las "armas de destrucción masiva" nunca existieron, y que determinador la invasión a ese país luego que los medios de comunicación transformaron aquella falsedad en una verdad irefutable. .

Mientras el dictador libio había sido tratado como un Paria*en el pasado, ahora estaba en la reunión del G-8, como un huésped bienvenido y homenajeado - gracias a las reservas de petróleo más importantes del mundo. Hoy día vemos como es nuevamente condenado por sus anteriores amigos.  Fuente  Berliner Zeitung (Copyright: dpa)

Así pues, no se trata de defender a Muammar al-Gaddafi, ni mucho menos respaldar una masacre (que aún no tenemos claro si se ha producido), y que de haberse haberse llevado a cabo se debe condenar de manera firme y contundente. Pero es inaceptable avalar una invasión que ya está siendo anunciada desde los centros de poder mundial, a quienes ya se le ven sus intenciones; esto es, apoderarse del mar de petróleo donde descansa el territorio libio.