martes, 10 de diciembre de 2013

Elena, escritora y periodista de Nuestra América

Premio Cervantes de Literatura 2013

** Poniatowska es la primera mujer en México en recibir el premio Cervantes. La quinta mexicana después de Octavio Paz (1981), y sus entrañables amigos Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005) y José Emilio Pacheco (2009).

Daniela Saidman
“No me queda mucho tiempo. Me tengo que apurar y no perderlo pendejeando”, dijo la periodista y escritora mexicana Elena Poniatowska en una rueda de prensa luego de haber sido designada con el premio más importante que se entrega a escritores hispanoamericanos. Ella, que ha sabido contar la realidad de su tierra y sus gentes, ella que ha sabido narrar la vida que siempre es más fantástica que la ficción, tiene la fuerza de una voz que sabe poner en palabras los dolores y las esperanzas de ese México profundo, tan americano, tan como nosotros.
Con sus 81 años y más de 40 libros publicados, la narradora y periodista comparte la lista del Cervantes con escritores como Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Juan Carlos Onetti, Rafael Alberti y Adolfo Bioy Casares, entre otros tantos imprescindibles.

Ha escrito cuentos, novelas, teatro y poesía. La presencia de la mujer y su visión del mundo, la Ciudad de México, las luchas sociales y el andar cotidiano de los hombres, son los puntos cardinales de su obra, sus pilares vitales. Para narrar utiliza la entrevista y la investigación periodística e histórica, tal vez por eso sus decires son testimonios del tiempo.

Bajita de estatura y enorme en la voz con que pronuncia el presente, Elena es de esos seres humanos que uno quisiera tener entre sus amigos, pero que basten sus libros para entretejer con ella una relación de amorosa profundidad, porque a lo mejor ni se entera que perdidos por todas partes sus lectores nos entregamos sin una pizca de inocencia a las historias que nos regala. Y es que ella, la escritora de los astros que documentó como periodista la matanza estudiantil de 1968, en Tlatelolco, es la cuarta mujer en la historia en ganar el premio Cervantes.

En el veredicto del premio, el jurado dice de Elena Poniatowska, que valoró “su brillante trayectoria literaria en diversos géneros, de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al periodismo”. Y también destacó de su obra “el firme compromiso con la historia contemporánea”, definiéndola como “autora de obras emblemáticas que describen el siglo XX desde una proyección internacional e integradora. Elena Poniatowska constituye una de las voces más poderosas de la literatura en español de estos días”.

Y tan es así que declaró, Elena no el jurado, que con el importe del premio que asciende a los 125 mil euros, creará una  fundación que trabaje desde México con mujeres y niños, que tenga talleres y albergue su biblioteca y su archivo personal que prefiere que se quede en su país, pese a las ofertas de dos universidades estadounidenses. “El dinero del premio creo que irá para la fundación, porque es lo más lógico para hacer algo que valga la pena”, afirmó la galardonada.


De la realeza al periodismo
El también escritor y periodista venezolano Luis Britto García, comentó sobre el premio a Elena Poniatowska, que sin duda los progresistas estarán muy contentos con que una mujer de esa talla, que es además referente en las luchas por la emancipación del ser humano, sea distinguida con el que es considerado el Nobel de las letras hispanoamericanas, pero la derecha también debería sentirse congraciada porque finalmente una de las suyas entra a la historia del Cervantes, y es que Elena viene de la realeza.

Poniatowska al nacer (19 de mayo de 1932) recibió el título de princesa Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski —descendiente de un general que formó parte de la armada que acompañó a Napoleón hasta Moscú- y de María de los Dolores (Paula) Amor de Yturbe. Su familia emigró de Francia a México a consecuencia de la segunda guerra mundial. Elena llegó a Ciudad de México a los diez años de edad con su madre —nacida en 1913 en París en una familia porfiriana exiliada en Francia tras la revolución mexicana-. Pronto  fue enviada a estudiar a  Estados Unidos.

De vuelta en México comenzó en 1954 su carrera periodística. Trabajó en el periódico Excélsior, y al año siguiente inició su colaboración en Novedades. Actualmente escribe para La Jornada. Sus entrevistas a autores mexicanos y extranjeros tuvieron una enorme acogida entre los lectores, por lo que más tarde algunas de ellas se reunieron en Palabras cruzadas (1961) y en Todo México (1990).

Lilus Kikus, una colección de cuentos, fue su primer libro de ficción publicado en 1954. Seguido en 1963 por Todo empezó el domingo. Pero tal vez el reconocimiento internacional llegó con sus libros testimoniales, Hasta no verte, Jesús mío (1969) y especialmente con La noche de Tlatelolco (1971). Precisamente, el año de aquella tragedia nacional (1968) Poniatowska se casó con el astrofísico mexicano Guillermo Haro (1913-1988).

Poniatowska ha sido y es una mujer comprometida con las luchas más justas de los hombres. Por eso apoyó la candidatura de izquierda en su país de Manuel López Obrador para las presidenciales. En todo caso, su postura ante la vida la define como una mujer progresista y una escritora como pocas. Que de ella sigan hablando su obra y su vida.

Entre otros libros de cuentos, ensayos, crónicas periodísticas, biografías y otros géneros literarios, aprovechamos a recomendar la lectura de sus novelas Hasta no verte, Jesús mío (México, 1969), Querido Diego, te abraza Quiela (México, 1978), La piel del cielo (Madrid, 2001. Premio Alfaguara de Novela 2001), El tren pasa primero (Madrid, 2005. Premio Rómulo Gallegos 2007) y Leonora (Barcelona, 2011. Premio Biblioteca Breve).

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